MUJERES DE HOY Y SIEMPRECHIMAMANDA ADICHIE
Existe un dicho africano que reza: "Solo estando profundamente enraizado se está preparado para todas las aperturas"
Nuestra joven protagonista es una escritora nigeriana que, con solo 35 años, ya acumula varios y prestigiosos premios narrativos internacionales. Posee una inmejorable prosa y una consolidada carrera como escritora y conferenciante, pero resaltamos, ante todo, su mayor valor: su mente. De las más lúcidas y comprometidas en estos tiempos.
Chimamanda ha bebido de la fuente de ilustres figures como Wole Soyinka, o Chinua Achebe... llegando inclusive a vivir los años de su infancia y adolescencia en la que fuera la casa del padre de la literatura africana, en Enugu, su pueblo natal.
Nació en la aldea de Abba y es la quinta hija del matrimonio de etnia igbo, formado por Grace Ifeoma y James Nwoye Adichie. Con diecinueve años se trasladó a Estados Unidos con una beca para estudiar comunicación y ciencias políticas en la Universidad de Drexel, en Filadelfia, y continuó sus estudios en la Universidad Estatal del Este de Connecticutt, en la que se graduó en 2001. Más adelante, se licenció en escritura creativa en la Universidad John Hopkins de Baltimore y realizó un máster de estudios africanos en la Universidad de Yale.
Está claro que es una mujer joven, negra, y formada, pero en este Mujeres de Hoy y siempre vamos a ahondar en lo que es su esencia... Porque Chimamanda ha vivido su juventud atípicamente: de la inexperiencia a la reflexión, asumiendo como suya la labor de conocer siempre la otra historia... la que no nos cuentan y que nace del exámen de la realidad más absoluta y certera, la que nos demuestra que siempre hay dos versiones al menos de un mismo hecho, experiencia o realidad y que es peligroso centrarse, asumir y actuar en base a un solo enfoque o prisma en cualquier aspecto, pero sobre todo en el que nos define y nos dignifica, nos derriba o nos mueve... el de nuestra propia historia, la historia del pueblo africano y de los propios africanos en sí.
Resulta reconfortante, a la vez que inusitado, el encontrar una mente tan lúcida y reveladora a una edad tan temprana... Y digo temprana porque, aunque cuenta con una edad sobradamente capaz de comprender y de asimilar hechos, circunstancias o pensamientos en su bagaje vital, Chimamanda ha imprimido una especie de plus de fuerza y resolución a dichos pensamientos... desde joven, desde casi siempre. Niña inquieta fue, despues adolescente ávida de saber, e incansable mujer en su empeño por aprovechar y calificar como riqueza todo origen, cultura y experiencia adquirida de un lado u otro del que su educación se alimentara. Aprender y aprehender las distintas formas de vivir y entender la vida. Dignificando sus raíces, sin desechar otras formas e idiosincracias. Visibilizando su cultura sin desaprovechar lo que otras le aportaban y siendo valuarte de la mujer africana más pura, sin abandonar su caracter independiente, emprendedor, y de liderazgo. Por que eso es la joven Chimamanda... lider nata, espíritu fuerte y juventud muy, pero que muy aprovechada. Mujer de hoy... y esperamos que para siempre.