27 de noviembre de 2014




Mi primera vez... ¿Realmente hay una edad ideal para? 




Mantener relaciones sexuales y sentimentales... 



 Te notas eufórica, no te concentras y repasas mentalmente vuestras conversaciones y momentos juntos... Por primera vez sientes que puedes confiar en alguien que no es tu mejor amiga/o, ni un miembro de tu familia, o tu entorno más cercano. Y además, ¡es tan guapo!

Te hace tan feliz pasar tiempo a su lado y te trata de una manera tan especial... Aumentan tus pulsaciones, sientes hormigueos y vives en una especie de nube constante... No es una enfermedad, sólo que por primera vez ¡estás enamorada!

La primera vez que el motivo de tu felicidad trasciende tu propia persona y tiene nombre y apellido... y no es el tuyo. Pero, ¿es el momento apropiado para tener una relación seria? Mucha gente opina sobre este particular que la edad adecuada para tener novio y mantener relaciones es pasada la adolescencia, otros dicen que no es necesario traspasar ese umbral para sentir y compartir algo especial con alguien, pero lo que está claro es que cualquiera de las opiniones incluye el factor de la parcialidad y el condicionamiento personal.

Nadie puede decidir cómo ni cuándo enamorarse y no es solo cuestión de tiempos, edades o momentos... Es una decisión personal e "intransferible" que nace del libre albedrío y por qué no decirlo, de la naturaleza más incontrolable que habita nuestro ser: las hormonas. Pero ¿que opinan los expertos sobre el momento más oportuno o ideal para tener nuestras primeras experiencias sentimentales?.

Comencemos señalando que muchas veces la primera relación sentimental no trae consigo automáticamente la primera experiencia sexual y viceversa. Luego, habría que diferenciar ambas situaciones. La psicóloga Isabel Larraburu nos da unas pequeñas pautas para tomar la decisión más acertada dentro de lo posible en ambos supuestos, (comenzar a salir con un chico y mantener nuestra primera relación sexual) pero sobre todo en lo que respecta a "la primera vez" y recomienda ante todo sentirse libre a la hora de hacerlo, es decir, no ceder a presiones externas como pudieran ser: otras amigas ya tienen novio o no lo tienen pero te instan en un sentido u otro, tú chico quiere avanzar en vuestro nivel de intimidad pero tú no lo ves claro, temes perderle en caso de una negativa o tienes ciertos condicionantes morales educacionales o religiosos que te pueden llegado el momento hacer sentir mal a posteriori... Por arrepentimiento o culpabilidad.

Luego, incide en el aspecto más físico de la cuestión, que incluye el conocimiento de las posibles consecuencias que trae consigo dicha decisión (métodos anticonceptivos, enfermedades de transmisión sexual, sida...) En definitiva, recomienda sopesar los pros y contras que conlleva tomar la decisión final y que sólo depende de una misma. Todos los expertos coinciden en el hecho de que no influye tanto la edad (dentro de lo lógico, claro está) como la madurez física y emocional a la hora de comenzar a mantener relaciones sentimentales o sexuales. Así es que decide el momento y disfrútalo plenamente.


Casarse y/o vivir en pareja... 
Del mismo modo que la anterior cuestión no dependía de la fecha de nacimiento de una, el decidir compartir no sólo tiempo sino espacio, dinero y en definitiva tu vida con otra persona conlleva otro ejercicio de examen o valoración de una misma y su situación. Ni existe un tiempo prudencia previo estándar ni una fórmula matemática que nos diga cuándo es la edad o momento ideal para comparto nuestra vida con nuestra pareja. La casuística es tan diversa y los ejemplos tan diferentes que sería imposible evaluar el éxito de una empresa como esta a priori y de forma generalizada. Aunque la lógica y el sentido común nos mueven a pensar que cuanto más conoces a alguien mayor será la probabilidad de no equivocarse, hay parejas que llevan toda la vida de novios y se casan y todo se desmorona y otras en cambio, no llevan a cabo un noviazgo muy extenso y el decidir convivir  todo un acierto con el tiempo. En todo caso, lo que es evidente es que los dos tenéis que tenerlo claro y que la confianza en el otro, el respeto por su individualidad y por supuesto el amor y el compromiso mutuos son las bazas más importantes. Ni los 30, ni los 25 ni los 40. No hay edad impuesta; sólo querer hacerlo, sentirse bien imaginando la vida junto al otro y ser coherente con lo que la convivencia y el paso en sí traen consigo. La escritora y socióloga Beverly Nichols define el matrimonio como "un libro en blanco cuyos primeros capítulos se escriben en poesía y el resto en prosa..." Tú y tu pareja sois los encargados de darle forma, interés y emoción a esa novela. Ser madre... Desde luego, para todo hay una primera vez y eso es algo irreversible en todos los casos, pero si existe una primera vez importante, una de esas primeras veces que van más allá de lo inalterable y que indiscutiblemente más condicionan una vida (literalmente) es la primera vez que se es madre, porque es para toda la vida, de manera inexorable y sin componente alguno de relatividad en su importancia. Luego, esta decisión si ha de tomarse, sí debe ser sopesada y tomada de manera muy consecuente. Aunque en principio depende mucho de la localización geográfica, la cultura y la sociedad en la que se vive, los diferentes estudios arrojan datos comunes en esta importante decisión por parte de cada mujer y es que en mayor o menor medida, el porcentaje de mujeres que deciden tener un hijo lo hacen teniendo en cuenta la variable edad fértil vs estabilidad económica y laboral. Estudios realizados al respectos muestran que mientras en generaciones pasadas la edad media de la maternidad rondaba los 22 o 23 , a día de hoy hasta un 63% de mujeres considera que la mejor edad para tener su primer hijo estaría entre los 29 y los 33 años. Esta es la teoría, pues los datos demuestran que la edad media real de las madres primerizas se encuentra entre los 25 y los 29. Llama la atención que hasta un 20% de las mujeres encuestadas no considere importante el factor del reloj biológico o lo que coloquialmente se llama "pasársele a una el arroz". Y otro dato revelador sería que, un nada desdeñable 70% de las que fueron madres por primera vez pasados los 35, confiesan que les hubiese gustado serlo antes. A la luz de los datos y de las valoraciones generales de expertos podemos concluir que en todas estas cuestiones planteadas en el artículo la respuesta, en caso de haberla, pasaría por tomar cada decisión de manera personal y sin presiones ajenas, teniendo en cuenta las consecuencias y beneficios, valorar la madurez física y emocional de una misma y con todo ese cóctel de hechos más o menos tangibles, llevarlas a cabo una vez valorado el asunto, e importante: cuando ante todo, nos apetezca.

1 de septiembre de 2013




Sexo en Femenino:
"Porque 'SexualidAd' se escribe con A"








A lo largo de los siglos y hasta hace pocas décadas, el Sexo (y más concretamente el deseo sexual), ha estado cubierto por un halo de prejuicio y negación para la mujer. Educada para no ser dueña de su sexualidad y considerando, erróneamente, que dicho placer o deseo era una cuestión meramente masculina, la mujer ha ido dando tumbos en una especie de penumbra sexual a lo largo de los siglos. Muchos estudios corroboran lo poco que han cambiado las cosas a pesar de la aparente imagen actual de la mujer liberada, pero poco a poco y gracias a la liberación, la perdida del miedo y la aceptación íntima se puede hablar del despertar sexual femenino.

La falta de educación al respecto, la ignorancia y los continuos tabues han alimentado la mayoría de mitos, dudas y problemas sexuales femeninos. Es un mito, por ejemplo, decir que las mujeres no tienen fantasías sexuales, del mismo modo que creer que nuestro deseo sexual es menor que el del hombre. Nada más lejos de la realidad.
Toda mujer desea disfrutar de su sexualidad plenamente y lograr cumplir sus expectativas y fantasías a la hora de mantener un encuentro sexual. No es cierto tampoco, como algunos hombres piensan, que la mujer obtenga placer simplemente proporcionándoselo a su pareja. De hecho suele ser frecuente que a ciertos hombres ni siquiera les interesa saber qué es lo que piensa, siente o desea una mujer a la hora de practicar sexo.

También muchas mujeres caen en esa trampa de prejuicios y pensamientos pobres y arcaicos, llevadas por el sentir general y la cultura milenaria que condena a la mujer que desea satisfacer su necesidad sexual, consiguiendo que ellas mismas nieguen y satanicen sus fantasias más íntimas. Craso error. Pues está comprobado que la insatisfacción sexual de la mujer es el motivo más habitual en los fracasos de pareja bien sea por la consiguiente e inevitable frustración sexual, la irritable rutina o el desinterés prolongado.

No es poco común que algunas parejas entren en un círculo de frustración, desinterés y finalmente infidelidad debido a la insatisfación prolongada de la mujer que ve cómo la actividad sexual se convierte a duras penas y en el mejor de los casos en una rutina. Cuando no en una fuente de esfuerzo, ansiedad y decepción que hace muy poco apetecible volver a repetir mas que por pura obligación o costumbre.

Por lo tanto, mujeres y hombres, de cara a conservar la buena salud de nuestra vida sexual, sea que tengamos una realción de pareja estable o no, sería bueno saber que:

- La mayoría de las mujeres con actividad íntima TIENEN fantasías sexuales. Bien sea una posición, una circunstancia, un lugar, etc... Pero no las comparten porque ellas mismas no han roto el paradigma, por miedo al rechazo o por la incomprensión por parte de su pareja.

- No es cierto que la mujer se masturbe únicamente por insatisfacción con su pareja o cuando no la tiene. Existe un porcentaje considerable de mujeres que recurren a este metodo con frecuencia y lo consideran una forma más de generar o en este caso recibir placer.

- No a todas las mujeres les gusta pero es muy recomendable si así se requiere incluir el "cunnilingus" en nuestro repertorio amatorio. Esto es sexo oral practicado por el hombre a la mujer. Es sabido que la realización de dicha práctica sexual (el sexo oral) se limita frecuantemente all hombre como único receptor de placer siendo la mujer la que realice el acto. Hay entonces que cambiar un poquito de puesto y comenzar a ser mas recíprocos en ese campo.

- La mayoría de las mujeres finge o ha fingido sus orgasmos. Por aquello de la tendencia a querer satisfacer al hombre y el miedo a verbalizar su insatisfación. Es importante saber que el clítoris es un protagonista esencial a la hora de disfrutar plenamente y que el punto G existe... y sí... puede encontrarse muy facilmente!

-La penetración anal no es una opción para pervertidas o mujeres "alegres". Aunque es una opción que por distintas razones desechan muchas mujeres, el ano es un organo que al contener tantas terminaciones nerviosas como la vagina o el pene, por lo que es igual de capaz de producir placer. Inclusive, algunas investigaciones al respecto indican que hay mujeres que sólo pueden alcanzar el orgasmo por esta vía, sin que intervenga vagina o clítoris, aunque no es lo más frecuente.

-El uso de preservativo no resta sensación ni placer siempre y cuando se practique con los prolegómenos necesarios y la excitación previa a la penetración sea la adecuada por ambas partes.

-Los juegos y juguetes eróticos no son un intrusismo en la vida sexual, sino una herramienta idónea para sazonar la vida sexual con tu pareja. Dada la variedad de los mismos, su fácil uso y el componente de diversión, imaginación y complicidad que conlleva el ponerlos en práctica, resultan ser unos aliados incondicionales...

17 de julio de 2013


MUJERES DE HOY Y SIEMPRECHIMAMANDA ADICHIE
Existe un dicho africano que reza: "Solo estando profundamente enraizado se está preparado para todas las aperturas"


Nuestra joven protagonista es una escritora nigeriana que, con solo 35 años, ya acumula varios y prestigiosos premios narrativos internacionales. Posee una inmejorable prosa y una consolidada carrera como escritora y conferenciante, pero resaltamos, ante todo, su mayor valor: su mente. De las más lúcidas y comprometidas en estos tiempos.


Chimamanda ha bebido de la fuente de ilustres figures como Wole Soyinka, o Chinua Achebe... llegando inclusive a vivir los años de su infancia y adolescencia en la que fuera la casa del padre de la literatura africana, en Enugu, su pueblo natal. 


Nació en la aldea de Abba y es la quinta hija del matrimonio de etnia igbo, formado por Grace Ifeoma y James Nwoye Adichie. Con diecinueve años se trasladó a Estados Unidos con una beca para estudiar comunicación y ciencias políticas en la Universidad de Drexel, en Filadelfia, y continuó sus estudios en la Universidad Estatal del Este de Connecticutt, en la que se graduó en 2001. Más adelante, se licenció en escritura creativa en la Universidad John Hopkins de Baltimore y realizó un máster de estudios africanos en la Universidad de Yale.

Está claro que es una mujer joven, negra, y formada, pero en este Mujeres de Hoy y siempre vamos a ahondar en lo que es su esencia... Porque Chimamanda ha vivido su juventud atípicamente: de la inexperiencia a la reflexión, asumiendo como suya la labor de conocer siempre la otra historia... la que no nos cuentan y que nace del exámen de la realidad más absoluta y certera, la que nos demuestra que siempre hay dos versiones al menos de un mismo hecho, experiencia o realidad y que es peligroso centrarse, asumir y actuar en base a un solo enfoque o prisma en cualquier aspecto, pero sobre todo en el que nos define y nos dignifica, nos derriba o nos mueve... el de nuestra propia historia, la historia del pueblo africano y de los propios africanos en sí. 
Resulta reconfortante, a la vez que inusitado, el encontrar una mente tan lúcida y reveladora a una edad tan temprana... Y digo temprana porque, aunque cuenta con una edad sobradamente capaz de comprender y de asimilar hechos, circunstancias o pensamientos en su bagaje vital, Chimamanda ha imprimido una especie de plus de fuerza y resolución a dichos pensamientos... desde joven, desde casi siempre. Niña inquieta fue, despues adolescente ávida de saber, e incansable mujer en su empeño por aprovechar y calificar como riqueza todo origen, cultura y experiencia adquirida de un lado u otro del que su educación se alimentara. Aprender y aprehender las distintas formas de vivir y entender la vida. Dignificando sus raíces, sin desechar otras formas e idiosincracias. Visibilizando su cultura sin desaprovechar lo que otras le aportaban y siendo valuarte de la mujer africana más pura, sin abandonar su caracter independiente, emprendedor, y de liderazgo. Por que eso es la joven Chimamanda... lider nata, espíritu fuerte y juventud muy, pero que muy aprovechada. Mujer de hoy... y esperamos que para siempre.



Erotismo Femenino.... ¿está de moda?  
By Noemi Ondo Mesa

Hasta hace bien poco, las páginas online y foros para mujeres, los clubes y el ocio femeninos pasaban por la típica actualidad en moda, belleza y/o deportes... 
Comentábamos sobre cine, literatura y  hobbies varios en los que el erotismo y la palabra sexo constituían un tabú o cuando menos, un tema muy por encima, ligado quizá, a consejos de pareja y búsqueda de soluciones en materia amatoria... Pero parece que de unos años a esta parte la sección más lúdica de nuestra agenda y nuestro tiempo para disfrutar y comentar con otras mujeres, amigas o compañeras de trabajo, tiene una nueva "asignatura"  a la que cada vez más alumnas asisten... una materia ya nada reservada, en la cual adoramos gastar nuestros momentos más personales.
Hablamos del erotismo femenino. Y es que, a casi ninguna mujer a día de hoy, le es desconocido, por ejemplo, el misterioso y yafamosísimo Sr. Grey... de la novela erótica más vendida de todos los tiempos.
Comenzaste por ver la cubierta del dichoso libro en las manos esa chica de enfrente cuando ibamos en el metro a trabajar, o escuchaste cierta mañana cómo aquella madre del colegio le comentaba a otras, que su vecina se lo había pasado. "50 sombras de Grey". Ese extraño título para un best seller, con el que por lo visto todas y cada una de las mujeres de tu entorno (cada vez más) ya se habían topado antes que tú, que ni siquiera habías escuchado hablar de él. Y el interés iba in crescendo  a medida que te llegaban sus escabrosos y delirantes detalles... 'Sexo, amor, erotismo, riqueza, sado, dominantes, sumisas...' ¿¡¡todo en un mismo tomo!!? y resulta que, no solo existía ese primer libro, ¡le seguían dos más!, "50 sombras más oscuras" y el cierre de la trilogía: "50 sombras liberadas"... qué interesante sonaba. Luego estaba el tema de la película que ya estaban rodando en Hollywood y que todas comentaban que era "demasié" para verlo en cine... 
Quizá esta trilogía no deje de ser más que una moda pasajera, pero dicha desinhibición a la hora de recomendarlo y el hecho de opinar abiertamente sobre un libro de sexo con otras mujeres, es un claro indicativo del avance en positivo que las mujeres de hoy (las jóvenes y las no tan jóvenes) están desarrollando, en temas hasta ahora considerado de hombres, por su caracter sexual y meramente lúdico.
Tampoco es raro ya, que alguna amiga te comente que asistió a una reunion de "Tuppersex", esos encuentros caseros en los que rodeada de amigas y con un bizcocho de chocolate como guarnición, te recomiendan y te muestran cantidad de juguetes, lociones y manuales erótico-festivos para utilizar con tu pareja (o sin ella) y además de disfrutar lo habitual, pasarlo en grande y divertiros juntos. Cada vez abren más negocios destinados al ocio femenino en clave erótica y no es nada extraño ver librerias de mujeres, tiendas eróticas en versión femenina, videos y películas de la misma temática y reuniones "afterworks" sólo para chicas en las que comentar entre otras muchas cosas todo este tipo de actividades y experiencias con un buen cocktail en la mano.
Está claro que el erotismo forma parte de la vida de las mujeres, así pues, no tengamos miedo de seguir los designios de la nueva moda del momento, disfrutemos de esta interesante tendencia que está causando furor en medio mundo y que nos habla de lectura, de cine y ocio, moda y belleza... sí, pero ahora más erótica, femenina y actual que nunca. 

Si te gustó 50 sombras de Grey no puedes perderte: 
"Por siempre Ámbar" de Kathleen Winsor 
"El rapto de la Bella Durmiente" de Anne Rice
"El libro de Jade" de Lena Valenti
"Historia de la O." de Anne Desclos




IDENTIDADES ASESINAS de Amin Maalouf

De imprescindible lectura, este ensayo del escritor líbano-francés Amin Maalouf, desgrana, con aplastante capacidad de análisis y lógica, la importancia del término identidad, tanto a nivel personal,  como sociocultural y global.

Comienza con su significado: “identidad es lo que hace que yo no sea idéntico a ninguna otra persona” mostrando, a partir de esta idea, cómo el ser humano está referido y compuesto por múltiples pertenencias que, por separado, nos unen a un determinado grupo de personas.

Todas ellas, en su conjunto,  conforman nuestra propia identidad, algo único e irrepetible, que cada uno adquiere, da forma, moldea. Sin embargo, el etiquetarnos en un solo término identitario, también puede ser peligroso si, en vez de unirnos, nos separa de otros, si, a través de conflictos alimentados por odios, lucha por las libertades o un determinado orden religioso o étnico, nos enfrenta a nuestra propia identidad personal.

De todo ello habla el autor sin justificaciones ni paños calientes y lo hace con una demoledora prosa, infinidad de moralejas y siguiendo un único hilo conductor: el ya señalado de la identidad.

Búscalo!



Todo se desmorona, de Chinua Achebe



 «La literatura africana sería impensable y estaría incompleta sin las obras de Chinua Achebe. En pasión, intelecto y prosa cristalina, no hay escritor que lo haya superado.» (Toni Morrison)

 Comparto dicha opinión y aseveración de la premio Nobel de literatura. Y es que, sin duda, este escritor es el padre de la literatura africana, maestro de maestros y recomiendo en este blog el máximo exponente de su obra. Una de las más aclamadas y simbólicas novelas de Achebe: ”Todo se desmorona”

 En ella se nos muestra, a través de los ojos de Okonkwo, gran guerrero africano, como todo un mundo establecido, un lugar y una sociedad que sientes tuya desaparece... se desintegra ante tus ojos por razones que escapan a tu capacidad de actuación a tus deseos de preservarla y a tu lucha por devolverlas al origen.

Okonkwo, el guerrero cuya fama se extiende por toda el África Occidental, mata accidentalmente a un prohombre de su clan, por lo que es obligado a expiar su culpa con el sacrificio de su hijastro y el exilio. Cuando por fin puede regresar a su aldea, la encuentra repleta de misioneros y gobernadores británicos; su mundo se desintegra, y él puede más que precipitarse hacia la tragedia.

 Esta gran novela fue publicada por vez primera en 1958. «Todo se desmorona» se asocia con las narraciones orales, los cuentos en la «abas» africanas y la cultura ancestral que pasa de padres a hijos, pero también casa de manera magistral con la tragedia griega más célebre y las grandes novelas del XIX. Lectura absolutamente imprescindible y recomendada. Vital!

13 de mayo de 2013

Déjame quedarme...




Prometo no hacer ruido,
pero déjame quedarme...

Prometo no hacerme ver,
anda... déjame...

Prometo no tocar con mis dedos
un solo rizo de su cabello...
Esperaré.

No interrumpir su sueño,
incluso no abrazarle y tal vez...

te prometo hasta mi alma
aunque ya no viva, a cambio
pero déjame...

oler su cuello, aspirar su esencia
prometo no encadenarme,
créeme...

declaro mi inocencia...
solo déjame escucharle, verle...
Permíteme.

Que tengo frío
y miedo
y pena... por favor
Déjame quererle...
déjame...

Eyin

Mi elemento...

Eres mi elemento... En ti vivo y por ti muero. Te abrazo como el fuego: ardiente , vigoroso y anhelante... Te busco como el viento: suave, limpio, circundante. Te beso como el agua: humeda, inmensa, refrescante... Y te amo como la tierra firme, fuerte y para siempre. Eres los cuatro vértices que sustentan mi vida. Te necesito y te escondo, te tengo y te ansío... Cada minuto de mi vida mi corazon te llama... Oh...! Y te besa y te abraza, te busca y te ama. Como el fuego, la tierra, el viento y el agua...


 De Eyin para Pat

13 de enero de 2011

YO TAMBIÉN SOY OBAMA

Abro los ojos y palpita mi corazón... me sudan las manos y no acierto a encontrar mis gafas en la mesilla. No sé qué hora es. El despertador, pese a mi noche de vigilia, no ha llegado a sonar. Las 7:30... Busco el mando de la tele... anoche lo tenía en mi mano antes de caer rendida casi sin darme cuenta y expectante ante los resultados electorales, a eso de las tres de la madrugada. ¡Aquí está!

Con un nudo en la garganta, temerosa de recibir una nueva (e inaguantable) decepción, enciendo el televisor: ¿Canal Cocina? ¡No, por favor! Cambio de canal casi sin pensar, pues supongo que cualquier canal, de cualquier país del mundo, debería estar hablando de ello... Contengo la respiración...

En efecto, ahí está, la bandera de los Estados Unidos con sus barras y estrellas, ondeando en la pantalla junto con los porcentajes de voto.

Sigo sin emitir exhalación alguna, y al fin veo a Obama sonriente, triunfante, recio... “Ha tomado mucho tiempo, pero esta noche... el cambio ha llegado a Estados Unidos", dice el presidente electo en Chicago, nte una multitud jubilosa por la victoria.

Es justo en ese momento cuando mi respiración toma conciencia. Cuando por fin mis piernas tiemblan y ese nudo en mi garganta se torna en lágrimas... lágrimas derramadas sin quererlo, lágrimas de orgullo y reconocimiento, de conciencia y curación, de redención, lágrimas al fin y al cabo libres, libres de estigmatización, de dolor...

Perpleja y abrumada por la sensación de triunfo, permanezco inmóvil, aterida... y no logro pensar; mi mente evoca sin quererlo a aquellos jóvenes y ancianos negros de los campos de algodón, a aquel niño esclavo que nunca conoció hogar más que el de su “amo”.
A aquellas miles de personas que hace poco más de un siglo, jamás hubiesen siquiera fantaseado con algo parecido a esto: Que el país que los conminó a la miseria y la esclavitud, que la gente que les trajo obligados en las peores condiciones físicas, psíquicas y espirituales, erigiría a uno de los suyos, a un ser infrahumano, considerado un “sin derecho a nada” en aquellos tiempos, presidente de esa misma tierra, la mayor potencia del mundo.
Y continúo divagando por los ecos de la historia hasta llegar a tiempos mas cercanos, abolida ya la esclavitud, y tiemblan mis manos mientras hago la cama, porque el solo hecho de pensar que ese mismo país, que en la década de los 60 discriminaba con sus míseras leyes segregacionistas a todo aquel que fuera negro (sin permitirle siquiera votar), hoy proclama presidente a Obama, (un afro-descendiente, un negro) hace que todo adquiera en mi mente un aire esperanzador, que todo merezca la pena. Y aunque Estados Unidos no es mi país, aunque me encuentre a miles de kilómetros de ese Grant Park de Chicago, sonrío abiertamente, y ¡qué demonios!, río como aquellos que aclaman a Barack, y mi corazón late al mismo ritmo que el suyo. Porque siento que sí hemos podido, lo hemos logrado.

Y me visto tranquila y feliz para ir al trabajo, pensando que ese murmullo televisivo que oigo desde el baño mientras me peino, no habla de una victoria individualista y parcelada para los estadounidenses. Es el triunfo de todos los que como yo, creemos en el cambio, en el derecho a ser vistos y oídos, derecho a ser fuertes... en el derecho a “ser”.

Y el eco de ese murmullo me acompaña hasta el tren de camino a la oficina, mientras vuelvo a vibrar al ver en la portada de todos los diarios la gran noticia, y ese eco me dice, que yo también puedo, que yo también soy Obama.



Eyin

12 de enero de 2011

Un mar de angustia

¿Qué quiere este mundo de mí?... ¿Qué se espera de un alma atormentada como la mía cuando nada ve claro, cuando todo le es turbio y velado? Me hallo inmersa en un mar de dudas, de hieles y sinsabores… Nado y nado intentando encontrar la superficie, pero tan solo llego a vislumbrar el reflejo del sol a través de las aguas cristalinas, allí arriba… lejos, muy lejos… y siento que me ahogo, que las fuerzas no me alcanzan, que ese soplo de aire imperioso, indispensable, me queda lejano, me llama y no puedo atender a él…

 Y cierro los ojos y me dejo caer… lento, lento… mis manos son como alas vaporosas, ingrávidas, etéreas… mi cuerpo es liviano y encuentro paz… más noche cada vez, más profundidad, más soledad, pero más sosiego… se adormecen mis sentidos y dejo que ese mar de dudas frío y venenoso, entre por mis fosas nasales, que atraviese mi garganta, la abrase… Y ese líquido glacial, arde dentro de mis pulmones destruyendo mi dolor, mi angustia, mi desaliento…  pero a la vez sin yo intuirlo, también mi vida, mi existencia.

 Oscuridad… silencio… un vago sonido retumba a lo lejos, cada vez más despacio, cada vez más intenso, me enojo irritada por esa contrariedad, esa interrupción en el limbo de mi más sereno sueño… y de repente una descarga de conciencia, un rayo de pundonor, atraviesa mi coraza de apatía, de gelidez y mis ojos se abren en la negrura y me siento morir, mis extremidades tan ligeras antes, resultan cadenas de acero ancladas al fondo de este océano de desesperanza y dolor.Lucho, lucho por salir de allí
Quiero alcanzar ese punto distante de luz que sé que dejé arriba, y lucho, lucho por llegar, pero toneladas de plomo tengo por venas, y peleo, con determinación férrea pero resultando remedar a una vieja y pequeña muñeca de trapo, blanda, manejable, enredada en ese baile de aguas traicioneras. 

¡Puedo!, sí... puedo... me digo a mi misma; y cansada, al borde de la extenuación, avivo esa llama de fuerza que anida latente en algún lugar de mi inquebrantable determinación, como poso de té o como eco de una dulce canción y veo de nuevo aquel faro a lo lejos ¡lo veo! sí, está ahí... su luz es tenue, pero está... sí. Ya la veo... Vuelvo a padecer un dolor como de fulminante descarga y me da pavor bajar la mirada por si pierdo esa guía fortuita, por si astuta ella decide fugarse lejos de este alma condenada que resulto ser.

 Así es que pretendo ascender sin siquiera pestañear por miedo a quedar inerme y olvidada en aquel codiciado y autoinflingido pozo de aguas que es mi sinrazón, ese foso ansiado sin saberlo y letal como el mismísimo Hades. Intento llorar pero no ha lugar, pues aún consiguiendo perder el miedo a ese funesto parpadeo que me alejaría de aquella adorada guía, ¿de qué me serviría...? ¿quién, si no yo únicamente, percibiría una sola de mis lágrimas en aquel mar de iguales...? ¿quién, si no yo misma, alcanzaría a escuchar mis sollozos, mudos en medio de aquella furia de olas, profundidad y estruendos? Nadie... estoy sola. Sola, sola...

Desisto en mi pugna por abandonarme o no al llanto y entablo conmigo misma una contienda más perentoria, más imperiosa en este caso. ¿Qué decidir? ¿Continuar o no continuar en este mortal vacío? ¿Elegir el vacío que yace en mi alma, esa anhelada y añorada (aunque extraña) quietud... que me conduce irremediablemente a mi fin? ¿O gastar mi más postrero ápice de energía en volver a vivir, rebrotar, resurgir... allá en lo alto, en aquella lejana superficie donde la gente a veces puede ser feliz, donde sólo a veces suele sonreír...?

A veces, sólo a veces... pero es que "a veces" es tanto... 


Eyin